COMPARTIENDO VIDA
Desde la preparación al Capítulo y el desarrollo del mismo, nos veníamos preparando y disponiendo para acoger su fruto, lo que aconteció a lo largo de estos tres días, en nuestra casa de Fátima.
Hna. María Carmen Centeno, nuestra Superiora Regional, y Hna. María José Aguiar, Delegada, nos han comunicado la experiencia Capitular desde la información, el testimonio y el contagio de la VIDA que también a nosotras nos llenó de alegría, gratitud y esperanza.
También ha sido muy alentador, el compartir resonancias y percibir la gran sintonía que todas sentimos con los Documentos y la confianza en este nuevo camino que estamos llamadas a construir, como Cuerpo Congregacional y Regional, en nuestra tarea evangelizadora.
Las palabras no abarcan más. Seguimos muy unidas a toda la Congregación en esta nueva etapa, pidiendo que el fruto del Capítulo sea cada vez más visible en todas y cada una, en bien de nuestras jóvenes a quienes el Señor nos envía.
En el Corazón de nuestra Señora de Fátima dejamos los deseos, llamada/compromiso de todas a SER SIGNOS CREÍBLES de la presencia y la acción del Señor en nuestro mundo, desde su primacía en nuestra vida, que nos atrae y envía.