COMPARTIENDO VIDA
Lo prometido es deuda. Pero, más allá de lo prometido, está el gusto de compartir algo de nuestra Asamblea Post-Capitular.
Desde la preparación al Capítulo y el desarrollo del mismo, nos veníamos preparando y disponiendo para acoger su fruto, lo que aconteció a lo largo de estos tres días, en nuestra casa de Fátima.
Hna. María Carmen Centeno, nuestra Superiora Regional, y Hna. María José Aguiar, Delegada, nos han comunicado la experiencia Capitular desde la información, el testimonio y el contagio de la VIDA que también a nosotras nos llenó de alegría, gratitud y esperanza.
También ha sido muy alentador, el compartir resonancias y percibir la gran sintonía que todas sentimos con los Documentos y la confianza en este nuevo camino que estamos llamadas a construir, como Cuerpo Congregacional y Regional, en nuestra tarea evangelizadora.
En la presentación del Plan Unificado de Pastoral, dio su aportación Hna Elisabete Mendonça, que había trabajado en su elaboración.
Las palabras no abarcan más. Seguimos muy unidas a toda la Congregación en esta nueva etapa, pidiendo que el fruto del Capítulo sea cada vez más visible en todas y cada una, en bien de nuestras jóvenes a quienes el Señor nos envía.
En el Corazón de nuestra Señora de Fátima dejamos los deseos, llamada/compromiso de todas a SER SIGNOS CREÍBLES de la presencia y la acción del Señor en nuestro mundo, desde su primacía en nuestra vida, que nos atrae y envía.